De un tiempo a la fecha el diseño gráfico se ha vuelto una actividad muy común. El perfil del diseñador es tan amplio que ahora hay una diversa gama de enfoques y técnicas que años atrás hubiesen parecido fantásticas.
Ahora, el ilustrador cobra importante relevancia a la hora de unificar esfuerzos editoriales, por ejemplo. Su campo de acción y aplicación es vasto y diverso. Sus instrumentos de igual manera son variados y su manejo versátil. Desde una tableta especialmente para diseño, hasta usando tiza, papel y tijeras. De igual manera usando softwares especializados o técnicas pictóricas inusuales. Por esto, he aquí algunos consejos para volverse un buen ilustrador y dejas fascinados a tus clientes:
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Asiste a cursos y talleres sobre diseño e ilustración
Aprender de artistas profesionales es una experiencia que no tiene precio. Tu trabajo será analizado y criticado, lo cual te ofrecerá la posibilidad de perfeccionarlo y de desarrollarte como artista.
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Aprende a utilizar software de diseño gráfico
Aunque no pretendas especializarte en ilustración digital, necesitarás tener nociones de software de diseño para poder usar los formatos que los clientes pidan.
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Decide en que ambiente moverte
El rotulador, el lápiz, las acuarelas, el óleo, los pasteles, la tiza, la madera y el grabado en linóleo, entre otros métodos manuales, son excelente técnicas de ilustrado, dependiendo del tema sobre el que tengas que ilustrar.
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Decide tu estilo y tendencia única
El mundo de la ilustración es bastante competitivo, por lo que es importante tener un sello propio que te ayude a destacar sobre el resto. Acabarás ganándote una reputación por tener un estilo reconocible a la hora de crear ilustraciones, y los clientes que busquen ese estilo acudirán a ti.
Y por supuesto, nunca dejes de ilustrar independientemente de todo y de todos. Si te gusta hacer lo que haces, hazlo con perfección y maestría.